Lectura del Manifiesto Primero es lo primero 2000 de Ken Garland, donde propone un diseño más humano y menos trivial hacia el consumidor.
Arte y diseño contemporaneo
lunes, 20 de abril de 2015
martes, 14 de abril de 2015
miércoles, 8 de abril de 2015
Los viejos infantes de Yamorsky
Nací hace poco
más de cuarenta años. Si tengo suerte voy a la mitad de mi vida.
Cuando estaba
chamaco, a los mediados de los años setenta, no tenía muchas complicaciones,
bastaba con no reprobar en la escuela y hacer los mandados que ocupara mi
madre: ir a la tienda, no pelear con los vecinos, limpiar la mierda del perro,
rezar mis oraciones. Eran otros tiempos, sin wifis ni calentamiento global, ni sicarios, ni drogas duras o reggaetón. Nos
bastaba salir a jugar con los amigos, personificar súper héroes con la toalla
amarrada al cuello, jugar en los lotes baldíos al beis o a las escondidas,
tocar la puerta a los vecinos y salir corriendo. Subirle las faldas a las
niñas, escupir al cielo.
Conforme creces y te involucras más en el
juego de vivir y ser adulto se complican las cosas: la escuela, conservar la
beca, el trabajo, el amor, el desencanto, la política, tanta cosa absurda.
A la mitad de la vida, si tenemos suerte,
a veces perdemos el rumbo, otras veces no, pero está uno tan frustrado, tan
cansado de nadar a contracorriente, que qui-sieras devolverte en un salto
cuántico y volver a salir en trusas y con una toalla amarrada en el cuello para
tratar de volar desde el tejado de la casa.
¿A qué viene esto?
Son cavilaciones que me dejó ver la obra de Jason Bard Yamorsky (Poughkeepsie-Nueva York, 1987), un veinteañero
bastante diestro en eso del hiperrealismo. Elder Kinder (Niños Mayores), exposición donde reflexiona sobre los cambios físicos
y mentales que experimentamos todos con el paso del tiempo.
Desde pequeño, el
artista tuvo una relación cercana con sus abuelos -que han colaborado posando
para él- y ha sido testigo de “lo ineludible de la vejez en sus cuerpos, a
pesar de que la visión que tienen del mundo ha continuado expandiéndose”.
Como contraposición, es testigo de cómo la
sociedad huye del anciano con la misma intensidad con que celebra al joven.
Yarmosky considera un reto artístico retratar el deterioro de un músculo y la
flacidez de la piel “porque cuelgan de la estructura ósea”. Declara que no
tiene problemas en desligarse de los cánones y que su interpretación de la
belleza está lejos de la eterna reproducción de la mujer desnuda y reclinada
sobre el sofá. Las caras arrugadas de los ancianos aparecen decoradas con
orejas de conejo, un antifaz de Batman, pelucas, tutus de bailarinas... Tienen
una actitud juguetona y los años les otorgan impunidad ante las normas sociales
de vestirse o comportarse de cierta manera. Es como si hubieran regresado a la
infancia.
“Las imágenes de esta serie se pueden ver
como humillantes y también poderosas. El pesimista, agobiado por las
convenciones sociales, las ve a través de la lente de la vergüenza y la
vulnerabilidad. El optimista ve un sentido de liberación, donde las ganas de
jugar y la libertad de la adolescencia complementan la sabiduría de la vejez”.
Sus obras nos recuerdan al tenebrismo del maestro Caravaggio, inclusive en una de las piezas presenta una composición muy al estilo
tabernero del italiano.
Disfruten la piel rugosa de sus modelos;
disfruten la técnica impecable y la juventud perenne de Yarmosky en su sitio
jasonyarmosky.com, y que la amargura no les dure media vida, como a un
servidor.
Artículo publicado en la revista Pez Banana No 2
Los sueños perpendiculares de Julien Pacaud
Adentrarse a la obra de Julien Pacaud (Francia,1972), ilustrador francés
avecinado en Le Mans, es irrumpir en ese viejo futuro que imaginaron la
generaciones de la primera mitad el siglo XX. Un futurismo retro, colorido y
pletórico de reminiscencias a series de TV (the
prisioner, twitligth zone, twin picks), donde las
lineas duras de la arquitectura modernista irrumpen en sinuosos valles, abismos
al final del camino, montañas que apuntan hacia un cosmos, íntimamente ligado a
escenas postapocalípticas.
El polifacético Pacuad (cinéfilo, hipnotista, maestro
de esperanto, snorkero y estudioso de las leyes de la física cuántica), recurre
al collage como medio de expresión de una manera casi improvisada. No dibuja,
ni pinta, todo lo realiza desde la última herramienta de Dios: Photoshop.
Incorpora paisajes y personajes de la imaginería comercial anterior a la década
de los 70’s, muy vintage, muy retro, casi instagram, pero inteligentemente mezcladas entre época y época.
A sus mundos desolados, cósmicos, incomunicados,
controlados por la tecnología y el ojo del gran hermano, los confronta la
exuberancia de la naturaleza, espacios abiertos en su mayoría, con figuras
geométricas -pirámides, cubos, esferas- logrando un balance entre lo “salvaje”
de la naturaleza y la obra del ser humano, una especie de organización del caos
de manera muy sutil. El hombre, como género, siempre funge actor principal en
sus piezas, controlando a los de su especie, tratando de buscarse a sí mismo,
atisbando a sus soledades.
Con trabajos para publicaciones como Le Mondé y Arquitechtural Design, reintrepretaciones
gráficas de canciones de grupos como Sonic Youth, My bloody Valentine y Muse, podemos entretenernos un buen rato en julienpacaud.com
El minimalismo filosófico de Genis Carreras
El joven catalán, arraigado en Londres,
Genis Carrera (GEX para sus amigos), elaboró el proyecto de conceptualizar
visualmente veinticuatro corrientes filosóficas, recurriendo a las figuras geométricas simples
y armonias de colores.
Aunque en algunas
propuestas deja cierta ambigüedad, en general es un proyecto sólido y bastante
ilustrativo para las mentes noveles en eso de las doctrinas y las ideologías,
una especie de Filosofía para dummys, ilustrada y contada
con manzanitas. Se podría pensar como un buen ejercicio a los estudiantes de
diseño para desarrollar la síntaxis de la imagen y la conceptualización de
ideas, antes de ponerse frente a una Mac y vender su alma al photoshop.
En
geniscarreras.com puedes encontrar este proyecto y otros más, no tan
afortunados pero no por eso dejan de ser interesantes.
Presentación
Este es un espacio donde se abordarán temas relacionados con el arte y el diseño gráfico contemporaneo.
Los artículos y reseñas son propiedad del autor y han sido publicados en la revista Pez Banana, en la cual el autor colabora como diseñador.
Las fotografias e imágenes cuentan con los permisos de los autores para su difusión.
Los derechos de las imágenes son propiedad de los autores.
El blog forma parte de una práctica escolar de la materia de NTIC, de la Universidad de Sonora.
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